El 24 de setiembre de 1991 se cumplió el 105 aniversario del nacimiento, en 1886, del Doc. Edward Bach, médico de familia galesa que descubrió el sistema de remedios florales que lleva su nombre.
Su fallecimiento se produjo el 27 de noviembre de 1936. Un paro cardiaco. Su sistema estaba completo y su labor había concluido.
La concepción filosófica del Doc. Era una concepción Universal del alma. Todos estamos inmersos en una fuerza vital. Dios, Universo, Naturaleza Superior, Fuerza Creadora, Principio Universal de la vida, que nos rodea, nos pertenece y nos constituye.
Hay dos elementos en cada uno de nosotros, dice Bach, el Alma que es nuestra esencia, nuestro núcleo, que es inmortal por ser parte de esa energía Universal, y nuestra personalidad, que es temporal y material.
Ambas tienen que estar en armonía. Esta es una concepción holística del ser humano, quien es, en este planeta, solo una parte del más amplio concepto de creación.
El alma sabe para que ha venido a este mundo cada uno de nosotros y que no es solamente para comer, beber, dormir, sexo etc…
Si la personalidad no está conectada con este saber actuara equivocadamente de esta armonía.
Si la personalidad no acepta la existencia del alma, la persona presentara desequilibrios.
Si la personalidad se sintoniza con el alma va a acercarse a las cualidades del ser humano vinculándose con su ser Superior, salud…
Si se produce una colisión en esa armonía, se rompe esa corriente energética positiva, entre el alma y la personalidad y aparecen los opuestos, es decir los aspectos negativos del ser humano, dándose así la enfermedad que tarde o temprano se manifestar en el nivel material. El cuerpo…
Los síntomas de ese desequilibrio son los 38 estados disarmonicos definidos por Bach.
La enfermedad implica entonces, una ruptura entre el alma y la personalidad…